En diseño de interiores, elegir el cabecero de la cama puede parecer una decisión fácil. No obstante, es una de los elementos más importantes del dormitorio. Por esta razón, saber escoger adecuadamente los colores, las formas o los materiales puede marcar la diferencia entre una habitación aburrida o una realmente atractiva y con personalidad. Y tú no quieres un dormitorio aburrido, ¿verdad? ¡Entonces toma nota! En nuestro estudio de interiorismo de Vigo tenemos algunas ideas que te encantarán.
Los cabeceros de cama tapizados, además de decorativos, son los más confortables, gracias al acolchado que llevan en su interior. Si te decides por esta opción, apuesta por tejidos resistentes, como el algodón, el lino o el terciopelo, entre otros, que soporten bien los roces. En cuanto a los colores, si el tejido seleccionado no es fácil de limpiar, mejor evita los tonos claros que se ensucien con rapidez.
Una técnica de tapizado que se puso de moda en el siglo XIX y que no ha perdido vigencia es el estilo capitoné. Este tapizado se caracteriza por rematar el acolchado con botones forrados que, además de aportar un ligero relieve, le dará un aire elegante a cualquier espacio.
La madera es un material que nunca falla en lo que a decoración se refiere. En diseño de interiores, a la hora de elegir un cabecero de madera lo más recomendable es optar una pieza ligera que no resulte recargada en el dormitorio. Además, para no restar luminosidad a esta estancia apuesta por las versiones más claras como la madera de pino, abeto, abedul o haya.
¿Y si no encuentras la pieza pieza perfecta para tu dormitorio? Una alternativa ideal es un cabecero de madera decapada que, además, puedes hacer tú mismo. Tendrás entre tus manos un proyecto de decoración DIY muy sencillo y que le dará a tu habitación un toque personal y muy natural. Solo tendrás que construir el cabecero, a continuación lijarlo a fondo y aplicar una capa de pintura acrílica blanca que cubra la superficie de manera homogénea. Una vez se haya secado, lija de nuevo levantando gran parte de la pintura, para lograr ese efecto decapado.
Los cabeceros de forja son piezas muy actuales que decoran cualquier espacio sin recargarlo. Si tu dormitorio es pequeño y necesitas un cabecero sencillo que se adapte a cualquier estilo decorativo, son la solución perfecta. Aunque los colores más frecuentes son el blanco y el negro, también puedes encontrar modelos en tonos pastel para habitaciones más desenfadas.
Hemos hablado de las alternativas más clásicas en cuanto a cabeceros de cama. No obstante, existen otras opciones más atrevidas o funcionales con las que puedes conseguir un resultado excelente. Aunque en la mayoría de las ocasiones en diseño de interiores el cabecero se elige acorde al tamaño de la cama, en un dormitorio amplio puedes elegir una pieza tamaño XXL que abarque o incluso sobrepase las mesillas de noche y tenga una altura mayor de la habitual.
Otra alternativa que hará de tu cabecero algo más que un elemento decorativo es decantarte por una pieza con espacio de almacenaje. Puede llevar integradas baldas, estantes o compartimentos con puertas, que lo convertirán en la solución perfecta para dormitorios pequeños, ya que además de ser muy prácticos, no sacrifican su faceta decorativa.